Lucecitas.

¿Nunca te ha pasado que una noche te duermes pensando que no le importas a nadie, que todas esas personas en las que confiabas y querías han ido poco a poco fallándote hasta darte cuenta que para ellas solo eras una más mientras que ellas para ti eran lucecitas que si se apagaban tu dejabas de vivir? Que muchos de ellos solo se acercaron a ti por interés, pero a ti se te clavaron muy adentro, y que te decían que te querían y que eras especial para ellos. Y cuando te das cuenta de esto ¿qué haces? Te hundes en un pozo de tristeza en el que ya la luz no se ve por ninguna parte y nadie se da cuenta de esto. Tú te quedas frente al ordenador y pendiente del móvil, esperando algún correo, algún mensaje, en el que alguien te demuestre que todo esto es mentira, que vales mucho y te quiere. Y este mensaje nunca llega. Pero tú sigues queriendo a esas personas y sigues sufriendo mientras ellos nunca te valoraron.