Hace unos años, leí esta entrada en un blog...
"No soy esa clase de amigas que te llaman todos los días para hablar de
cosas porque simplemente no te voy a contar nada nuevo, ni las que si no le
cuentas algo te va a perseguir para que se lo cuentes. No soy esa clase de
amiga que va a intentar solucionarte los problemas, yo te doy mi opinión y nada
más porque si para algo es problema tuyo es para que lo resuelvas tú sola.
Tampoco soy esa clase de amiga que te va a dar besos y abrazos todos los días.
Simplemente soy esa clase de amiga que va a estar contigo cuando estés mal, que
es capaz de sacarte una sonrisa cuando los demás no pueden, la que siempre te
va a apoyar en todo lo que pueda y a la que le puedes contar todo porque ella
no lo va a decir. Pero también soy esa clase de amiga que se enfada por
cualquier cosa de mal gusto y para volver a recuperarla hace falta más que un
simple perdón." (http://relatos-de-paula-love-you.blogspot.com.es/2010/12/no-soy-de-esa-clase-de-amigas.html)
Te describía tan bien… y lo sigue haciendo. Me acuerdo que te pregunté, que
como terminaría esa última frase. Si conseguiría que me perdonaras, me
pregunte. En ese momento pensaba que era imposible que volviéramos a ser tan
amigas como éramos antes… bueno tan amigas, no, simplemente amigas. Pensaba que
jamás me volverías a ver como una amiga. Sabía que me costaría recuperarte, y
buaaah me costó un mundo. Que volvieras a confiar en mí, que me volvieras a
tener cariño… Pero hoy, se cómo termina esa frase. Para volver a recuperarla
hace falta más que un simple perdón, hace falta estar siempre. En las buenas y
en las peores, nunca dejar de insistir, con espacio pero siempre ahí, a su
lado. Para recuperarla, tienes que pasarlas canutas, ahora sé que es mejor no
perderla porque lo que yo he conseguido, dudo que pueda volver hacerlo. Da dos
oportunidades, la tercera jamás la tendrás.
Creo que lo mejor que he podido hacer en mi vida ha sido recuperar a mi
mejor amiga. No nos lo decimos nunca, pero es que no nos hace falta. Es
perfecta, un poco borde, un poco gilipollas, pero a mí me encanta así. Quiero
mantenerte en mi cartilla de necesitos y nunca poder llegar a estar en números
de ausencias. No quiero perderte otra vez, aunque nos separen kilómetros. Quizá
sea una ilusa o una soñadora. ¿Por qué no se puede ser así? Pensando que lo
bueno dura para siempre. Si creo en los siempre, tú me haces creer. Te quiero
en mi vida en las buenas y en las malas. Con días pares o impares, con
conversaciones que lleguen hasta las 4:00 de la mañana o con días que el
silencio sea el protagonista. Quiero montarme en un coche e ir a donde sea,
porque lo que cuenta es la mano que te acompaña. No voy a dejar que el tiempo
nos separe. Con el tiempo supongo que no será igual, pero estaremos, siempre
conectadas y nos veremos, menos, si, con pausas pero tú siempre seguirás siendo
ese “mi” y eso ni años, ni décadas ni lustros lo podrán cambiar.
Merecerá la pena esperarte, o solo oír tu voz si eso significa no perderte.
Para mi merecerá la pena. Tú la mereces.
Te quiero Bishito
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